Oh! Virgen de la Candelaria, tú eres la primera portadora de la Luz, que es Cristo; tú eres nuestra Madre; tú nos reúnes junto a Cristo Salvador; tú eres nuestra esperanza, consuelo y gozo; tú nos acompañas cada día; tú eres nuestra estrella en el camino hacia el Padre; tú, nuestra huella para encontrar a Jesús. Virgen de la Candelaria, Virgen Madre de Dios, escucha nuestras peticiones, bendice nuestros hogares, alcánzanos trabajo y salud; enséñanos a escuchar la palabra de tu Hijo y a vivirla cada día, para que, dóciles al Espíritu Santo, sepamos construir una Nación de hermanos útiles, amorosos, libres y unidos. Amén.